E. A. Jáuregui Cusicanqui MADRE AFRICA SE DESPEREZA Acontecimientos muy diversos —de trascendencia todos ellos— han tenido por escena el dilatado Continente Negro: des- de que el periodista STANLEY presumió que era el doctor Ll- VINGSTONE el caballero a quien saludó atentamente... Pero perdura el misterio de Africa. Continúa tan denso co- mo ya no son muchas de sus florestas. Su perenne atractivo. en un ambiente “sui géneris”, allí permancce. A la mente acuden las frases del explorador y novelista Stuart CLOETE, considerado en Occidente como el experto en- tre los expertos por su conocimiento inigualado de cuanto con- cierne a Africa y a las cosas africanas. Al pasar revista a mo- numentos de civilizaciones desaparecidas, expresó un día sus sentimientos: “Como han pasado anónimamente los construc- tores de tanta grandeza, así desaparecerán los blancos que han puesto los cimientos de imperios no menos renombrados; y al esfumarse, se hará perceptible apenas un rizo en las ondas, en el que es del alma africana anchuroso lago, y se perturbará mo- mentáneamente la serenidad de los junquillos en las orillas. Y luego... ¡Nada! Africa respeta y mantiene su apego a las viejas tradiciones, pero acepta y acoge con simpatía todo esfuerzo cenducente a establecer o incrementar contactos con el resto del mundo. Sus medios de comunitación tradicional, el “tam-tam” (tambor), el hullente zoco, de inmediato, no perderán su importancia. Pero la opinión pública se beneficia de los medios más modernos que facilitan las comunicaciones: la radio y, en primer lugar la ra- dio; la televisión, el cine, las publicaciones, Pero todavía estos sistemas difundidos por los ámbitos del mundo, no se han generalizado del Nilo al Cabo de Buena Espe- 1anza. Africa sólo cuenta con 220 periódicos, que alcanzan una circulación total de más o menos tres millones de ejernplares (el “Daily Mirror” de Londres cuenta con 1.500.000). De los .aíses que conocieron el inglés bajo el régimen colonial, acaso el mejor servido es Ghana, al que le siguen Nigeria y Liberia. So- lamente la República de Africa del Sur y Mauricio tienen una prensa con circulación de 5 ejemplares por cada 100 personas, en contraposición a la circulación de 53 ejemplares por cada 100 personas en Gran Bretaña. (El Instituto Internacional de Estudios sobre la Educación, de Bruselas, comunica que en Guinea, en 1973 ningún guinea- ho que no sepa leer y escribir en su lengua nacional obtendrá cargos de responsabilidad. El Presidente, señor Sekú TURE se rebeló contra el uso del francés —lengua oficial del país— en las escuelas y en la administración, y aseguró que dentro de diez años, ningún guineano hablará ya este idioma). Para que prevalezca todavía semejante estado de cosas, es necesario considerar las razones que, conforme a estudios rea- lizados últimamente por la “Unión Católica Internacional de Prensa”, son' varias, figurando a la cabeza de ellas, el elevado indice de analfabetismo, que en la mayor parte de los países africanos es de 80 a 85%,. 25