notas Un comité de escritores representativos está propiciande el nombre de Adolfo Costa du Rels para el premio Nobel de Li- teratura. No se puede menos que aplaudir la iniciativa. Y bien que se trate de honrar a nuestros grandes valores y beneficiar la cultura, no olvidar a Tamayo. Es ya hora de pu- blicar sus obras completas. Y quien más calificado que el refe- rido comité para encargarse de ello, ganando así un doble ga- lardón. A todos los bolivianos les interesaría conocer la Crea- ción de la pedagogía nacional, pongamos por caso, una obra na- cionalista por excelencia. La más importante que se haya escri- to en Bolivia, al decir de algún crítico; y no obstante práctica- mente olvidada. Al fin y al cabo las orientaciones formuladas hace seis décadas por Tamayo siguen siendo vigentes, ahora más que nunca. Una obra como la de Tamayo, y que muchos, en lo poético, califican como la más soberana de América ha de tener, por hoy, en más de un sentido una resonancia muy singular. Ha sido fundada la Sociedad Filarmónica de La Paz con un directorio compuesto por las siguientes personas: Dr. Gastón Paz, Presidente; Sra. Aida de Piaggio, Vicepresidente; Srta. Mirna Pardo Valle, Secretaria General; las señoras Virginia Moffat y Raquel de Ballivián y los doctores Carlos Costa y Jai- me Aguilar como Vocales. “Sólo nos interesa el florecimiento de los valores espiritua- les que son, en suma, el índice de la grandeza de una nación. Si alcanzamos la realización de este sincero anhelo, daremos por bien compensados nuestros esfuerzos”, declara la Sociedad en su Boletín Informativo. Nuestras congratulaciones a la Sociedad Filamónica de La Paz. 19