El árbol Mister losamente se ha posa- do esta alma en las ramas de un árbol. De este árbol caen las som- bras sobre un alma que pasa. ¿Habrá almas que se quedan y almas que pasan? Aquellas almas que pasan y que en su camino alcanzan a mirar las sombras de las almas que se quedan no son almas que pasan. Son almas que se quedan.