Estimadísimo lector: Queremos hablarte en plan de amistad, de corazón a corazón, y es por eso que nos permiti- mos el tuteo, aprovechando además la coyun- tura que supone la ausencia —muy explicable por cierto— de aquellas cartas que esperamos publicar en esta sección a partir del próximo número. Hemos hecho todo lo posible por presentar una revista más o menos decente. Y por eso mismo han de ser bienvenidas las sugerencias que tuvieras a bien enviarnos, así como tus car- tas en general, las que se publicarán aun en el caso de que contengan incendios. Ya sabes nuestro propósito, el cua! se halla claramente expuesto en la página 3. Somos acé- rrimos partidarios de la claridad —por más que sea sumamente difícil expresarse con clari- dad—, y nos gusta hablar en forma directa; y, siendo como somos lo que somos, y que somos enemigos mortales del eufemismo, hemos de rogarte —!oh lector!— que tus cartas sean así- mismo claras y directas, y expreses en ellas tu opinión sincera acerca de esta nuestra revista —o revistita, si se quiere. Y te prometemos publicarlas, como queda dicho, así sea su contenido el que se fuese. Cordialmente, El director