Insospechado progreso de lá Orquesta Sinfónica Nacional, gracias a un talentoso y dinámico director.— Chelista de la Or- questa estudiará con Pablo Casals.— Lle- gada de nuevos instrumentos.— La Sin- fónica mira al futuro.— LA ORQUESTA SINFONICA NACIONAL Por Leonard Atherton A principios de agosto de 1964, recibí una carta del Profesor Villa Gómez, en la cual éste me infor- maba acerca de las posi- bilidades del trabajo de orquesta en Bolivia. Hacia mediados de septiembre llegué a este país, sin ha- ber tenido tiempo para sa- ber gran cosa acerca de él, ni tampoco para co- nocer el idioma. Mi primer ensayo se produjo el 10. de octubre, el cual recuerdo muy bien, y fue dedicado a la Sinfo- nía. No. 8 (“Inconclusa”) de Schubert. Encontré una orquesta integrada por gente que reunía todos los atributos para la bue- na ejecución, pero la sala de ensayo era muy mala, la disposición de los asientos imposible para la ejecución sinfónica, defi- cientes las partiduras, y los instrumentos pobres en calidad. Empero, algo que me impresionó fus la calidad de los músicos co- mo personas, y tal impre- sión sigue siendo invaria- blemente la misma. Ello viene a ser un paradigma de cómo así la vida de tra- bajo y la personalidad pueden beneficiarse por la música, y de por qué sea tan importante para Bolivia el tener una fuen- te donde la gente pueda concurrir con regularidad a escuchar música. (Para VERTICAL) Hacia diciembre del año pasado, me dediqué a in- troducir nuevas obras en el repertorio de la Orques- ta, y a elevar las normas en la lectura a primera vista. Después de diciem- bre nos trasladamos a un nuevo local, el único dis- ponible y con capacidad para el sonido de 60 músi- cos. Estos podían ya escu- charse unos a otros. De inmediato mejoró el stan- dard. La llegada de Judy Peters y Virginia Grosve- nor tuvo la virtud de de- mostrar en qué medida pueden mejorar los ejecu- tantes, en corto plazo, gra- cias a músicos y profeso- res experimentados. Aho- ra se tiene que esperar a que lleguen los nuevos instrumentos que hubimos encargado, así como el material de enseñanza (¿sabe usted dónde adqui- rir un método de bajón?). Están ya llegando parti- turas y otros materiales impresos, y los conciertos ofrecidos el 27 y 28 de mayo, han sido los prime- ros en los que se dejó de usar partituras manuscri- tas. La cantidad de tiem- po que se ahorra por el uso de partituras impre- sas es enorme. Actual- mente, la orquesta está ensayando de acuerdo a un rol que se suministra a cada uno de los músi- cos, de tal modo que cada ad A N AE N AA