RECORDACIÓN FLORIDA 57 ban de estos encantos, y nahuales, alude a que ella, con sus embustes y encantos, 1mp1d1€ron el camino, con sus hechizos, los cuales atropello la fe de los espa- ñoles; y lo del perro, por desafío, y reseña de gue- rra, con cuyo signo manifestaban, sería permanen- te, hasta vencer, o morir; y habiendo muerto el pá- Jaro quetzal (como sucede muchas veces entre la gente), también en su tienda hallaron muerto al Rey Tecún, con el mismo golpe, y herida de lanza, que había recibido el pájaro. Parece, por los ma- nuscritos de los indios, que el nombre de este prín- cipe era Tecún Umcm y los apellidos, Tanub, y Zequechul. Capítulo IV EN QUE SE CONTINÚAN, SOBRE EL TEXTO DEL CAPÍTULO 162 DEL ORICGINAL BORRADOR DE MI CASTILLO, LOS ACCI- DENTES Y PERSEVERANCIA DE LA GUERRA DE UTATLÁN Y REBELDÍA PROTERVA DE AQUELLOS INDIOS Corrían en Quetzaltenango varios rumores y no menores recelos del valor y máximas de los espa- ñoles, y no los tenían en este numeroso pueblo me- nos confusos y desalentados la muerte de su rey Tecún, y la de dos valerosos capitanes de los se- ñores de Utatlán, que perdieron las vidas en las re- feridas batallas de Olintepeque; teniendo noticia de ello el general Adelantado D. Pedro de Alvarado, en el mismo Quetzaltenango, donde, refrescando y curando las heridas de su valeroso ejército, se había detenido, y asimismo, haciendo le curasen una he- rida que había recibido en un muslo de un golpe de saeta, de que después, por todo el curso esclare- cido de su vida, quedó notablemente cojo, y otros quieren lo percibiese, en lo de Guanagazapa. 'Tuvo