RECORDACIÓN TLORIDA 49 Capítulo II QUE CONTINÚA EL DISCURSO DEL ANTECEDENTE Instruido, como queda dicho, D. Pedro de Al- varado (que después fué Adelantado de Goathema- la, y así le llamaremos) y despedido del gran D. Fernando Cortés y de los demás caballeros ami- gos, que quedaban en la imperial ciudad de México, salió de aquélla para la conquista de este Reino de Goathemala, el día 13 del mes de noviembre del año de 1523;% tiempo oportuno y acomodado para em- prender tan larga jornada, por lo seco de la estación del verano, y enjuto de los caminos. Traía or- den para encaminarse, al pasar, a unos peñoles, cerca del camino, que entonces estaban levantados los habitantes de ellos, y son en la provincia de Te- huantepeque, y se nombran los peñoles de Guelamo, por haber sido aquel sitio la encomienda de un soldado cuyo apellido era Guelamo. Pero el Ade- lantado, cumpliendo con el orden y con el tenor de su instrucción, los redujo de paz: pasó de los peño- les a un gran pueblo, cuyo pronombre hasta hoy es Tehuantepeque, de lo que llamamos Sapotecas, donde fué recibido con todo el aparato de paz que podía desear, por haber enviado este pueblo a México sus embajadores con un presente de oro a ver a Cortés y darle la obediencia a Su Majestad; y habiendo cumplido con esta pacificación se enca- minó. y dispuso su marcha a la provincia de Soco- nusco, que es principio de este Reino de Goathema- la, y era entonces numerosísima, y se contaba pros- pcrada y feliz por el número de quince mil vecinos. * Fué en 6 de diciembre de 1523.