48 - FUENTES Y GUZMÁN saetas y cien mexicanos, que eran sobresalientes, y podremos discurrir de éstos, que serían gastadores, “y que conducirían a hombros el bastimento, pólvora y balas; precediendo a esta gran expedición las cris- tianas y rectas instrucciones que le dió Cortés, sobre que, ante todas las cosas, procurase: atraer de paz a los indios, requiriéndoles con ella, antes de llegar a las manos ni hacerlos guerra, y diese a enten- der, por medio de los clérigos capellanes del ejér- cito y de los lenguas, los misterios de nuestra santa fe católica, y no permitiese sacrificios, sodomías, ro- bos, ni las redes y cárceles que .hallase, donde suelen tener indios a engordar para comer, que las quebrase 'y sacase de ellas los indios presos. Y es de reparar, que quienes atendían tan bien como éstos al bien de los indios, y que no los matasen y comiesen los indios sus enemigos, que los cautivaban en la guerra, no los darían a los perros, ni los tajarían por los vientres para experimentar si sus espadas cortaban, ni les estrellarían contra las paredes sus criaturas, como quiere que lo hiciesen el R. Obispo de Chiapa, fray Bartolomé de las Casas y para que más larga- mente y mejor pudiese *todo ejecutarlo, y también darlo a entender a los indios, y hacerles los requeri- mientos necesarios, y las protestas de los daños y perjuicios, que por su rebeldía les ocasionase la gue- rra, les dió la instrucción y forma del requerimiento, que el Emperador mandaba hacerles y hasta hoy permanece en originales en el archivo secreto de las tres llaves del Cabildo de Justicia, y Regimiento de Goathemala, que ahora con la precisión en que se me pide este volumen, no se traslada, hasta la se- gunda parte.