y P 36 FUENTES Y GUZMÁN rior, común al culto general de estos indios de Goa- themala, que llamaban Exbalanquén, que, según sen- tir de los más eminentes lenguas, quiere decir esta palabra Dios. Pero en los demás ídolos, era la mul- titud de ellos de innumerable cálculo, que no cabien- do ya en los adoratorios y casas de sus habitaciones, mas esto no sin particular motivo, como se verá ade- lante, los colocaban en los montes y en las cavernas y barrancos de sus países. Pero no puedo, sin dolor grande, dejar de decir, y aunque todavía estén con- tagiados de este depravado abuso, y que no lo digo como conjeturable, sino como caso experimental; en que siendo yo corregidor y capitán de guerra del partido de Totonicapa y Huehuetenango, ahora al- caldía a provisión de ley, averigié, por noticias que me dió el Reverendo Padre Presentado Fr. Marcos Ruiz, del orden de la Merced, cura doctrinero de la sierra, acerca de que los indios de San Juan Ati- tlán de aquella jurisdicción, adoraban a un indio mudo y sumamente asqueroso del pueblo de Coma- lapa, de este valle de Goathemala, al cual le vestían de los sagrados ornamentos, y puesto, conocida una naturaleza y patria en el altar, le sahumaban y ofre- cían flores. Y habiendo cumplido con mi obliga- ción, puse al indio mudo en poder del alcalde ordi- nario de esta ciudad, por ser su corregidor, y de todo di cuenta al Reverendo Obispo Presidente don Juan de Santo Mathia. Sacrificios de gallinas y humos aromáticos, cada día lastimosamente los encontraba yo en aquellos montes, y me ha parecido no pasar esto en silencio, para que los ministros y jueces ten- gan más cuidado con ellos, y Dios Nuestro Señor no sea tan gravemente ofendido, pues ahora, aún por el año de 89 el R. P. Maestro Fray Antonio Gonzalez que :.4...... .. en éste de 1697 es pro- vincial de la provincia de Sonsonate, de Chiapa y