26 FUENTES Y GUZMÁN godón, de varios matices, y las colgaduras de sus cá- maras y tribunales eran de la misma materia. Pero el solio o trono en que se sentaban, y especialmente el de que usaba el rey del Quiché o de Utatlán, era de grandísima y venerable majestad, porque le- vantándose el trono de su asiento sobre gradas, que volaban a mucha altura, venía a caer debajo de cua- tro doseles o baldoquines, que siendo el más alto de mucha grandeza, recibía dentro de sí otro más pe- queño, este segundo otro menor, y el tercero recibía el último que era de la proporción y ancho del asiento o silla del Rey. 'Todos eran de pluma, y cada uno de distinto color de ellas, haciéndolos más gra- ciosos y agradables, en el todo de su adorno, las ce- “nefas que, colgando y saliendo afuera unas más que otras, hacían más vistosa y reparable su inventiva. El de Goathemala usaba de tres doseles, y el de $So- tojil de dos; significando en esto su mayor o menor soberanía: Usaba el del Quiché del adorno de la corona de oro, adornada de esmeraldas, que le venían muy ricas de la provincia de Verapaz; representando en estos atavíos y otras grandezas de que se hacía asistir, un aparato de gran señor; como, en lo más que aquí se escribe, y lo sienta “Torquemada. Capítulo TV DEL MoDO Y ORDENANZA DE LEYES CON QUE SE GOBERNA- BAN Y REGÍAN LOS SEÑORÍOS DE LOS INDIOS NATURALES DE ESTE REYNO DE GOATHEMALA No podemos dudar, por lo que acabamos de decir ahora, y por lo que conocemos de habilidad en los indios de estas provincias, que los Tultecas, de la sangre de Tanub, que les dieron principio, eran de buena inteligencia y no menos propensión a las cosas