RECORDACIÓN FLORIDA 25 A los principios de la infancia de estos señores, no cuidaron sus reyes de la ostentación de la ma- Jestad que los acreditase poderosos; procurando más parecerlo por el esfuerzo y poder de las armas;" cre- yendo, y no sin fundamento, que es mayor en un mo- narca el pronombre de guerrero que el título de ma- Jestuoso. Y así, sólo en aquellos primeros tiempos se emplearon en estas bizarrías; en hacer beneficiar las tierras para más aficionar y establecer a los vasallos, labrar las minas, poblar y aumentar en el aspecto material sus ciudades y pueblos y edificar suntuosos templos o adoratorios a sus Idolos, y magníficos y ostentativos palacios para sus familias. Pero, asen- tado y fundamentado esto, pasando de lo que es poco a lo mucho, trataron de la mayor autoridad y más aparatosa majestad que pudieran aplicar a sus perso- nas; dejándose tratar de pocos, y esto con ceremonias muy profundas y rendimientos de adoración; estando cercados de muchos de los señores de su sangre, y muchos de los que obtenían los ahaguaes, sirviéndose ho menos de numerosa familia, que se componía y or- denaba de los más principales de sus estados, y éstos con atavío correspondiente a su calidad y al señor a quien servían: porque aunque era el mismo que aho- ra usan los principales, de camiseta y aiate o tilma, pero esto era sobre el campo blanco de finísimo hilo de algodón, labrado de plumería matizada de va- riedad de colores, con que dibujaban en las mantas las figuras que querían: si algún gran señor o ahau, o príncipe sujeto, venía de fuera a la corte, antes de entrar a la presencia del rey se descalzaba y no le mi- raba a la cara sin su licencia, y beneplácito, incu- rriendo por lo contrario en graves penas; no pisaba el rey en el suelo, sino sobre alfombras tejidas de al- t 1 M S. Kacch—Tit. Acpopqueham—f. 5. d aa d —O TIAAA