RECORDACIÓN FLORIDA 23 N nicapa, Quezaltenango, Istaguacán, y la memorable y prodigiosa fortaleza del Parrasquín, con el gran al- cázar, fortalezas, colegios, y calzadas de la ciudad de Utatlán, corte y habitación del rey del Quiché, que describiremos en la segunda parte, con lo demás muy de intento en el favor de Dios; y por lo que era per- teneciente a los Cachiqueles, se ven sus fuerzas erigi- " das en Tecpángoathemala, y que a ésta sirve de foso una profunda barranca, y la otra en Tecpanatitlán: cuyo cabo o capitán general de aquel ejército, o pre- sidio, que era de sangre real de los Tultecas, se levan- tó en aquel territorio, intentando hacer reino a parte, en los cantones de aquel país, favorecido y aliado con el rey de Sotojil o de Atitlán, y esta rebeldía du- ró hasta la venida de nuestros españoles que los ha- llaron esgrimiendo las armas. Los Sotojiles tuvieron una larga guerra con el Quiché, teniendo esta me- morable guerra por motivo el robo de dos infantas, que el rey de Sotojil sacó una noche de los palacios de Utatlán, de que daremos entera noticia en la se- gunda parte, tratando de aquellos príncipes; te- niendo el rey de Sotojil por defensa y fuerte un peñol muy eminente, cerca de la laguna de la corte de Atitlán, y grande número de canoas, en que hacían con su navegación la guerra, retrayéndose en ellas sus tropas, eñ siendo conveniente al peñol; por cuya ra- zón se hacían más invencibles que los otros, no ha- biendo por tierra mucha oportunidad para sitiarlos, por la aspereza de las montañas que lo impedían. Había sido a los principios de estos debates, por la concordancia de estos tres reyes, la laguna de Atitlán pertenecientes a los tres, y como bienes comuñes y francos de los“tres reinos, como acentamos; ** y con las alteraciones y varios accidentes de la guerra, fué 10 M, S. Quiché—f. 5 v.