RECORDACIÓN FLORIDA , 11 y reducción de la tierra de este noble Reino de Goathemala, no se cuidó de recomendar a las pren- sas lo que no era acción del ejercicio miitar, y aun mucho de ello se omitió; dejando de escribir muchas cosas maravillosas y lo magnífico e ilustre de algunas poblaciones, como refiere mi verdadero Castillo en su primer capítulo, folio primero de su original, diciendo: «Y la gran misericordia de Dios Nuestro Señor, que fué el socorro verdadero, que fué servido que ganásemos la Nueva España, y la muy nombrada y gran ciudad de Tenuztitlan México, que así se nombra, y otras muchas ciuda- des y provincias que por ser tantas aquí no de- claro sus nombres», etc. Con que siendo cierto, como parece, que se dejó de decir mucho y lo más cumplido de las guerras de la conquista de este dilatado Illtre. Reyno de Goathemala, hasta terminarla en el estado, que la pen- saron aquellos heroicos, siempre laureados, generosos españoles, nues- tros gloriosos progenitores, conquistadores ilustres en las antigue- dades, que hoy descubren admirables de los indios gentiles; sus Cos- tumbres y propiedades, el gobierno político de muestras repúblicas y colonias, las maravillosas circunstancias de ellas, siendo (como mos- trará el discurso) una de las mejores, y más floridas partes de la América, numerosa de pueblos, acreditada en riquezas, loables, y deliciosa- en temperamentos, y aguas, pero hoy funestada, y des- truida a fuerza de accidentes interiores, de padrastros severos, y de extranjeras calamidades, y piratas traidores, que nos cercan y en- flaquecen por ambos mares. Estas generosas esclarecidas prerro- gativas han intentado, sino apagar, obscurecer, no solo la obscura sombra del olvido, sino también la calijinosa, horrible tiniebla de la envidia, de forma, en muchos de los que han escrito de esta historid, más son denegridos borrones que caracteres, lo que han formado, y en otros tan escasa la luz de la noticia, que la co- munican en sus escriptos, aun nmo es apreciado para distinguir las verdaderas hazañas de aquellos invictos, excelentes héroes, que la rotularon con la generosa sangre de sus venas; para eterno, aun- que, hasta ahora obscurecido padrón, el que no percibieron como yo, los que en otros reynos, han escrito porque...]